Hoy os traemos una receta fresquita, perfecta para los días de calor. Con la remolacha como protagonista, una hortaliza de gran poder antioxidante que nos ayuda a luchar contra el envejecimiento prematuro de la piel.
La crema fría de remolacha se prepara igual que el gazpacho tradicional, pero sustituimos la mitad de los tomates por remolacha cocida.
La remolacha nos aporta mucha fibra y consigue así que tengamos pronto sensación de saciedad y, con su bajo aporte calórico, es un alimento interesante para dietas de control de peso. Posee además gran cantidad de potasio y poca de sodio, lo que le otorga grandes propiedades diuréticas para el organismo. Contiene también mucho hierro, lo que la hace una hortaliza ideal en casos de anemia.
Para cuatro raciones necesitaremos:
500 grs. De tomates
500 grs. De remolacha cocida
Media cebolla
1 pepino pequeño
Medio pimiento verde
1-2 dientes de ajo
20 grs. Vinagre (prueba a darle un toque especial utilizando vinagre de Módena)
50 grs. Aceite de oliva virgen extra
Sal al gusto
Mezcla todos los ingredientes a excepción del aceite (para que no se emulsione) con una batidora potente. Cuando ya tengas una consistencia de crema, puedes corregir con agua fría si deseas una textura más fina. A continuación ve añadiendo el aceite poco a poco hasta conseguir una textura cremosa a tu gusto.
Si deseas convertir este primer plato en una cena ligera pero completa en cuanto a nutrientes, puedes añadir unas rebanadas de pan proteico KL Protein (disponible en todas las tiendas La Ventana Natural) y así añadimos el aporte de proteína necesario para el organismo. Puedes batirlo con el resto de ingredientes y así darle mayor consistencia a la mezcla o puedes optar por tostarlo y servirlo para acompañar la crema, a modo de croutons.
Obtendrás una crema de un llamativo color rosa intenso. Reserva en el frigorífico y sirve muy fría. Puedes añadirle un poco de crema agria y un chorrito de aceite de oliva virgen extra a la hora de servir.
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